Cristina e Inés, participantes en una convivencia intergeneracional

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Imagen Cristina e Inés, participantes en una convivencia intergeneracional
Maite Astoreka (06/05/2021) Convivencia

¡Estamos emocionados de poder iniciar una nueva sección en nuestro blog! Un espacio en el que dar a conocer las historias que se esconden detrás de nuestras convivencias. ¡Esperamos que os conquisten tanto como a nosotros!


Hemos querido empezar con la convivencia de Cristina e Inés. Cristina, natural de Miranda de Ebro (Burgos), es una estudiante de primero del Grado en Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad del País Vasco (UPV). Es el interés por satisfacer las necesidades comunicativas del mercado, y la interdisciplinaridad de los departamentos de relaciones públicas y promoción lo que le impulsó a afincarse en Bilbao. 


Inés, por su parte, tiene 68 años y es una enfermera jubilada. Ha dedicado cerca de cuatro décadas a la atención de pacientes con problemas endocrinos. Afirma que decidió estudiar enfermería por vocación. “Para mí la vocación está relacionada con la voluntad que tiene una persona para atender a otras que están en una situación de necesidad. Una situación de necesidad que se da porque no pueden o no tienen los conocimientos para cuidar de sí mismos” nos comentaba. 


Desde que los tres hijos varones de Inés decidieron independizarse, han pasado más de diez años. Desde entonces, ha vivido sola (¡ojo! con la compañía de su gato Zarpas) en su piso de Portugalete (Vizcaya). Declara que la oportunidad de poder alquilar una habitación de su piso le interesaba desde el primer momento por dos motivos principales.  


Le permite ahorrar dinero mensualmente; es decir, no solo supone una entrada de dinero mensual, sino que reduce otras cuotas mensuales. No obstante, Inés destaca que compartir piso le proporciona otras cosas además del ahorro. “No sólo convivo con otra persona por una motivación económica, sino también para combatir la soledad. Una convivencia intergeneracional supone mucho más que un incentivo económico” decía.


Cristina e Inés recalcan que, a diferencia de otras plataformas, Kuvu les ofrecía la oportunidad de poder convivir con una persona afín a ellas. Ambas se definen como cinéfilas (¡pero de los clásicos del siglo XX!) lo que les permite poder compartir momentos tanto en su convivencia como fuera de esta. Y es que en Kuvu tratamos de seleccionar a inquilinos que sean compatibles con los propietarios, y, para esto, se tiene en cuenta un primer cuestionario sobre preferencias e intereses, para posteriormente hacer una entrevista final. Cristina, reconoce que Kuvu le ha aportado una fiabilidad que en otras circunstancias no podría haberla tenido. “Me siento más en casa que si hubiese decidido compartir un piso de alquiler con personas de mi edad” recalcaba.


Al mismo tiempo, ambas reconocen que su entorno se sorprende cuando les comentan que están conviviendo juntas. Por un lado, Cristina nos relataba que su entorno se asombra cuando les comenta que convive con una persona entrada en los sesenta. Nos comenta que muchos ni siquiera conocían esta posibilidad, lo que evidencia la necesidad de crear políticas sociales que faciliten los puntos de encuentro entre personas de diferentes generaciones. Inés, por su parte, afirma que sus hijos no le condicionaron en su decisión de participar en el programa. De hecho, tanto sus hijos como sus nueras conocen a Cristina, también sus nietas (y tiene una buenísima relación con las más pequeñas). 


Han convivido juntas por más de ocho meses, y mantienen que quieren hacerlo también en el próximo curso 2021-2022. “Aunque la diferencia de edad es evidente (se ríe) hemos construido una relación estrecha de la que nos estamos beneficiando ambas. Hablo en nombre de las dos cuando cuento que lo repetiríamos. De hecho, hemos decidido que queremos renovar el contrato de alquiler” manifestaba Inés.


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