El proceso de envejecimiento poblacional que está padeciendo España está siendo notablemente más rápido que otros países de la Unión Europea. Teniendo en cuenta los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), España tiene actualmente más de 9 millones de habitantes de más de 65 años, esto supone cerca del 19,5% de toda la población. 

Como consecuencia de esta longevidad en ciertas edades, diferentes generaciones conviven simultáneamente, evidenciando así un desafío social para destacar la importancia de las relaciones intergeneracionales no solo dentro del núcleo familiar sino también en la sociedad. 

Recientes estudios manifiestan que aún no se han desarrollado suficientes oportunidades de encuentro entre personas de la tercera edad con la población más joven para formar proyectos colectivamente. Es por esto que, las políticas sociales deben orientarse a facilitar estas relaciones intergeneracionales. En España, concretamente, podemos encontrar ciertas iniciativas o empresas que han nacido a partir de este fundamento, entre estas se encuentran Adopta un Abuelo o Kuvu. 

Adopta un Abuelo

Desde 2016, Adopta un Abuelo nace como un programa de compañía para personas de la tercera edad que buscan sentirse acompañadas. Actualmente es una empresa social que se ha transformado en una entidad que ofrece servicios B2B al sector de las residencias, así como a centros para la atención de los mismos. La misión social de Adopta un Abuelo se desarrolla mediante un servicio de acompañamiento a través de voluntarios que buscan compartir su tiempo con otros. 

Kuvu

Teniendo en cuenta los datos ofrecidos por el INE, en España había 4.849.900 personas viviendo solas en 2020. Esto supone un incremento del 2% en comparación a los datos de 2019. De estas 4.849.900 personas, 2.131.400 tienen más de 65 años y, además, de estas, solo el 29,1% son hombres. Las predicciones pronostican que estos datos no harán más que aumentar durante más de una década.

En Kuvu unimos mediante nuestra plataforma a personas de más de 55 años que tienen una habitación libre con otras generaciones que buscan compartir piso en alquiler. Esto se resume en ofrecer una oportunidad de alquiler asequible para los jóvenes y, al mismo tiempo, reducir los índices de soledad no deseada de las personas mayores. Actualmente, contamos con convivencias tanto en el País Vasco como en Madrid.