Una de las principales preocupaciones al plantearse alquilar una habitación y pensión es si los ingresos adicionales pueden afectar a la cuantía de la jubilación. La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, no hay incompatibilidad. La pensión de jubilación es un derecho adquirido por haber cotizado durante tu vida laboral, y los ingresos por alquiler de una habitación se consideran rendimientos del capital inmobiliario, no salarios.
Esto significa que puedes complementar tu pensión sin miedo a que te la reduzcan o te la quiten. Sin embargo, es crucial declarar estos ingresos a Hacienda para evitar problemas futuros. La transparencia fiscal es fundamental para disfrutar de este beneficio sin sobresaltos.
El alquiler de una habitación se rige por el Código Civil, lo que ofrece mayor flexibilidad que la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).
La realidad económica actual hace que muchos jubilados busquen formas de obtener ingresos extra jubilado. El coste de la vida sigue subiendo, y la pensión, en ocasiones, no es suficiente para cubrir todas las necesidades o para permitirse esos pequeños lujos que hacen la vida más agradable. Alquilar una habitación es una solución práctica y efectiva para mejorar la economía doméstica.
Además del beneficio económico, esta opción ofrece la posibilidad de combatir la soledad, un problema que afecta a un porcentaje significativo de la población mayor. La convivencia intergeneracional no solo aporta compañía, sino también nuevas perspectivas, ayuda mutua y un ambiente más dinámico en el hogar.
Como mencionamos, es imprescindible declarar alquiler en la pensión. Estos ingresos se incluyen en la declaración de la renta como rendimientos del capital inmobiliario. Es importante que sepas que no todo lo que ingresas es beneficio. Puedes deducirte una serie de gastos que reducen la base imponible y, por tanto, la cantidad a pagar en impuestos.
Entre los gastos deducibles se encuentran: la parte proporcional de los gastos de comunidad, el IBI, los seguros del hogar, los intereses de la hipoteca (si la tienes), los gastos de reparación y conservación, y los suministros (agua, luz, gas, internet) correspondientes a la parte alquilada. Guardar todas las facturas y recibos es crucial para poder justificar estas deducciones.
En algunos casos, existen beneficios fiscales específicos para el alquiler de viviendas, aunque es importante diferenciar entre el alquiler de una vivienda completa y el alquiler de una habitación. Para el alquiler de habitaciones, la normativa puede variar y es fundamental consultar la legislación vigente o a un experto fiscal. Sin embargo, la posibilidad de deducir gastos relacionados con el mantenimiento y los suministros de la vivienda ya supone un alivio fiscal importante.
Además, al no considerarse una actividad económica, no es necesario darse de alta como autónomo ni emitir facturas con IVA, lo que simplifica mucho la gestión. Esto hace que el alquiler de una habitación sea una opción muy atractiva para complementar la pensión de jubilación sin complicaciones administrativas excesivas.
En Kuvu, entendemos tus inquietudes y te ofrecemos una solución integral para que puedas alquilar habitación y pensión sin preocupaciones. Te asesoramos en todos los aspectos legales y fiscales, te ayudamos a encontrar al inquilino ideal y te acompañamos durante todo el proceso. Nuestro objetivo es que disfrutes de una jubilación más cómoda y plena, con un ingreso extra y la mejor compañía.
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